Siempre se ha dicho que los autónomos nunca enferman, pero todos sabemos que no es cierto y las estadísticas también lo desmienten, además las enfermedades de este colectivo suelen ser más graves, ya que sufren mayor estrés y la mayoría siguen trabajando a pesar de tener dolores o malestar, por eso ellos son los que más necesitan un seguro de salud privado.
Para el colectivo de los autónomos no es fácil tomar una baja o dejar de trabajar para ir al médico, ya que muchas veces dependen de ellos los ingresos de la unidad familiar y tiempo que no se trabaja implica beneficios que no se obtienen.
El derecho de baja para los autónomos
Los autónomos que acumulen más de 180 días cotizados pueden acceder a una prestación siempre que lo hayan comunicado solicitando la baja a la Seguridad Social en un plazo de 15 días. El pago depende de la base de cotización que se tenga un mes antes al de la baja médica. Se aplica un porcentaje del 60% de la base reguladora desde el día 4 al 20 de la baja. A partir de ahí, será del 75%.
Así, alguien que cotiza el mínimo permitido cobraría 18,80 euros desde el día 4 al 20. Luego, pasaría a cobrar 23,6 euros diarios. De tal modo, si estuviera un mes de baja, se le pagaría 642 euros.
Si la incapacidad temporal se solicita a raíz de un accidente laboral o una enfermedad relacionada con la actividad desarrollada, la prestación es un poco mayor ya que se aplicaría el 75% de la base reguladora desde el primer día. En este caso, un autónomo que cotice por la mínima recibirá 23,6 euros al día desde el momento de la baja. En caso de estar un mes incapacitado, cobraría 708 euros.
Hay que señalar, que aun estando de baja se tiene que seguir pagando las cuotas a la Seguridad Social cada mes, por lo que estas cantidades se reducen considerablemente.
Por qué los autónomos necesitan un seguro privado
El sistema de salud en España esta muy bien valorado, pero las interminables listas de espera para una intervención o una cita con un especialista hace que un porcentaje muy elevado de la población opte por pólizas de salud privada.
Para los autónomos los seguros de salud son especialmente importantes por muchos motivos, aunque los principales tienen que ver, sobre todo, con las pérdidas de tiempo, es decir, no pueden esperar con una baja hasta que la Seguridad Social atienda su caso o esperar horas para ser atendidos en las salas de urgencias o consultas de atención primaria, ya que tienen que seguir generando ingresos para poder mantenerse.
Un autónomo necesita una respuesta rápida para poder acudir a los especialistas directamente, sin esperar a ser derivado por su médico de atención primaria.
Muchas veces las dolencias que llevan al autónomo al médico se pueden solucionar con atención telefónica o videoconsultas, servicios que ofrecen la mayoría de las pólizas de salud privada.
Además, los seguros privados se adaptan a las necesidades particulares de cada autónomo y ofrecen coberturas adicionales como por ejemplo, para viajes o desplazamientos con traslados médicos, desplazamiento de familiares, envío de medicamentos, etc.
Actualmente existen incentivos fiscales por tener un seguro de salud. Por ejemplo, es posible deducirse hasta 500 euros por cada persona asegurada y hasta 1.500 euros para profesionales con discapacidad. Este beneficio incluye sus familiares directos, por lo que puede llegar a representar una cantidad a deducir elevada.
Al mismo tiempo, el pago de la póliza de salud computa como un gasto, es decir, se deduce como gasto de lo que deben pagar en sus declaraciones trimestrales y anual con Hacienda.
Actualmente, los autónomos son un colectivo que demanda los servicios privados de salud y existen muchas pólizas pensadas especialmente para ellos, tanto en precios como en prestaciones.