No lo estamos diciendo como si fuera un logro ni nada por lo que estar orgullosos, es una llamada de alerta para todos los usuarios de servicios en la ciudad, para que estén informados y prevenidos.

Hay muchos tipos de fraude que ocurren diariamente, algunos parecen tan minúsculos que podrían pasar desapercibidos pero que no te engañen, son un enorme problema.

No pienses en el típico escenario del cliente reclamando una comida gratis porque una mosca cayó en su sopa, estamos hablando de talleres automotrices que pueden marcar con tiza una ralladura en su coche. Lo hacen pasar por un accidente de tránsito y se lo cobran a la aseguradora, o el típico trabajador que tiene un ¨accidente¨ dentro de las instalaciones en las que labora para exigir una indemnización.

Este último caso es más común de lo que puedas creer, el perfil estimado que se tiene del presunto estafador es de hombres jóvenes, mas específicamente aquellos que rondan entre los 18 y los 24 años. Son aquellos que carecen de empleo o el que poseen es bastante precario, no obstante en los últimos años ha ido en aumento el número de estafadores que rondan los 40 años o que ya poseen educación universitaria. Son números alarmantes los que se presentan, demos un vistazo.

Sumas de dinero que realmente preocupan

Se cree que entre 2017 y 2018 el importe de las aseguradoras, por pago de indemnizaciones que resultaron siendo estafas, superaría los 800 millones de euros anuales, y eso solo en ese año, porque si continuamos con las cifras hasta nuestra fecha actual podría superar los 9.200 millones de euros. Es una pérdida más que substancial que llega a parar en bolsillos fraudulentos, y es un dinero que no está llegando a quien realmente lo necesita, aquellos accidentes de tránsito reales que ocurren diariamente.

Ni siquiera los hogares se quedan fuera de las cifras, pues se estimó que el 2,4% de los siniestros que se declaran al seguro son un intento de estafa. En estos casos el reclamo es por bienes materiales, personas que simulan haber sufrido un robo en el caso más leve, y si nos vamos a un extremo personas que intentaron incendiar sus hogares para poder cobrar al seguro. Son cifras realmente preocupantes que van en aumento y generan desconfianza por parte de las aseguradoras.

¿Los números no descienden?

Se espera que en este año y los venideros los porcentajes presenten un orden decreciente en vista de los diferentes factores económicos que vive el país, sin embargo las cifras se han mostrado ¨difíciles¨, por decirle de algún modo, a bajar.

Los intentos de fraude podrían ir en aumento en cualquier momento, cabe resaltar que recientemente el uso de estas prácticas ha sido firmemente condenado por la ley, ya no basta simplemente con pagar una multa o devolver lo robado, pues se puede pagar con años de cárcel. Mantente alerta para no ser víctima de fraude pero sobre todo, no te ensucies las manos.