En lo que llevamos de 2020, hemos tenido que aprender que estamos preparados para afrontar situaciones que nunca hubiésemos pensado que se iban a dar. Algunos piensan que ya ha pasado lo peor, pero no hay que confiarse, ya que ha llegado el otoño, y la realidad es que la segunda ola de Covid-19 está aquí, y los negocios deberían estar preparados o prepararse para los posibles escenarios que se puedan dar.

Es necesario estar preparados para poder mantener la actividad, incluso si se aplican las medidas restrictivas más duras, como es el confinamiento. Ya estamos viendo que los rebrotes y la falta de conciencia ciudadana están obligando a las autoridades a tomar medidas restrictivas duras, incluso confinamientos por sectores, lo que significa una vuelta atrás para la actividad económica.

Al igual que los colegios y centros educativos han tenido que prepararse para comenzar el curso, ya sea de forma presencial, semipresencial o telemática, y han tenido que adoptar variedad de medidas para poder enfrentarse a esta situación de manera segura, las empresas también deberían haberse planteado como pueden trabajar si hay una vuelta atrás hacia el confinamiento, y si no lo han hecho están a tiempo.

En marzo, nadie se lo esperaba, y el confinamiento llegó como una sorpresa, pero en la actualidad todos sabemos lo que podemos encontrarnos y deberíamos ser previsores y plantearnos diferentes soluciones para hacer frente a situaciones adversas. No se trata de hacer grandes inversiones, pero sí de prever escenarios, ver cómo vamos a trabajar, que necesitaremos llegado el momento…Por ejemplo, muchos bares no tenían servicio de comida a domicilio, y bien es cierto, que a partir del confinamiento, ahora lo tienen casi todos.

Son planteamientos que nos deberíamos hacer, ya que se trata de cuestiones que necesitan una logística, no se pueden implementar al momento. Como ya se puede vislumbrar, va a ser un otoño duro, y la realidad del tejido empresarial español es que no se puede aguantar sin facturar, hay que adaptarse a la realidad que vivimos hasta que esta situación se normalice.