Antes de profundizar en el tema del seguro de baja laboral, es importante tener en claro el significado de incapacidad temporal. Se trata de una situación en la que un trabajador temporalmente no puede realizar su actividad laboral. Esta condición puede ser causada por un accidente laboral o no laboral, o por una enfermedad común o profesional. Es también conocida como baja médica.

En España, además del derecho a la asistencia sanitaria, la Seguridad Social ofrece un subsidio económico en función del origen de la incapacidad en caso de contingencias laborales o comunes. Sin embargo, en algunos casos, esta compensación puede resultar insuficiente para cubrir todas las necesidades del trabajador. Es por ello que el seguro de baja laboral por incapacidad temporal ofrece una alternativa para los trabajadores y autónomos, permitiéndoles percibir una compensación adicional compatible con la prestación de la Seguridad Social.

¿Qué es el seguro de incapacidad temporal o seguro de baja laboral?

El seguro de incapacidad temporal o baja laboral es un tipo de seguro que tiene como objetivo indemnizar a los trabajadores en caso de que se produzca una pérdida o disminución de ingresos debido a la imposibilidad temporal de trabajar a causa de una enfermedad o accidente. Este tipo de seguro se enmarca dentro de la modalidad de seguros de personas, ya que su objetivo es cubrir los riesgos que pueden afectar a la salud de las personas.

¿Quién puede contratarlo?

Lo pueden contratar tanto trabajadores por cuenta propia como por cuenta ajena, independientemente del régimen de la Seguridad Social al que estén adscritos. Sin embargo, no pueden contratarlo estudiantes, parados o jubilados. Aunque está disponible para cualquier trabajador, es más común que los trabajadores autónomos lo contraten.

¿Cuáles son las coberturas?

El seguro de baja laboral por incapacidad temporal proporciona una cobertura económica para los trabajadores que se encuentran en situación de baja o inactividad laboral. Es especialmente útil para trabajadores autónomos y aquellos cuya actividad profesional no está sujeta al régimen general de la Seguridad Social, ya que les permite hacer frente a los gastos fijos mientras se encuentran en situación de baja. Además, este seguro es también útil para los trabajadores por cuenta ajena cubiertos por el régimen general, ya que, en caso de accidente no laboral o enfermedad común, la Seguridad Social no cubre los primeros días de baja y la cuantía del subsidio es limitada (si la baja es por enfermedad común o accidente no laboral no se cobra nada en los primeros 4 días, del 4º al 20º día el 60% del a base reguladora del salario y a partir del día 21 el 75%, en el caso de enfermedad profesional o accidente laboral se percibe desde el primer día el 75%). Con el seguro de baja laboral por incapacidad temporal, se busca garantizar un soporte económico para estos trabajadores en situaciones de baja o inactividad laboral.

El seguro de baja laboral tiene como principal cobertura la indemnización diaria en caso de incapacidad temporal, ya sea por enfermedad o accidente, siempre y cuando sea dictaminada por un médico y se haya delimitado en el tiempo. Además, existen otras prestaciones complementarias que pueden ser contratadas. Una de las más comunes es la asistencia sanitaria, que permite recibir atención médica para la enfermedad o accidente que ha causado la baja laboral. También se puede optar por una cobertura que indemnice en caso de ingreso hospitalario o de parto, así como por coberturas por invalidez permanente o absoluta y por un seguro de decesos.

Otra cobertura frecuente es la que ofrece el reembolso de gastos en caso de que el trabajador asegurado se encuentre en una situación de gran dependencia a causa de un accidente. En este caso, el asegurado podrá recibir el reembolso total de los gastos sanitarios y sociales derivados de su estado, como puede ser el acondicionamiento de la vivienda.

Tipos de seguro de incapacidad temporal

Los seguros de baja laboral por incapacidad temporal se adaptan a las necesidades específicas de cada trabajador, considerando su profesión, actividades y gastos personales. Por esta razón, existen dos tipos de pólizas con políticas distintas:

  • Seguro de baja laboral con baremo: El seguro de baja laboral con baremo se rige por una lista de tarifas que establece la cantidad de días de baja correspondientes a cada enfermedad o accidente. De esta manera, al contratar este tipo de seguro, el asegurado sabe de antemano la cantidad total de indemnización que recibirá. Es importante destacar que, en el seguro de baja laboral con baremo, el asegurado tiene la libertad de elegir la cantidad diaria que desea percibir, aunque el número de días que se abonan está previamente establecido en el baremo.
  • Seguro de baja laboral sin baremo: El seguro de baja laboral sin baremo no se encuentra regulado por un baremo o una lista de tarifas. En este caso, la compensación económica que recibe el trabajador se calcula en función del número de días que se encuentre en situación de baja o de inactividad laboral, según lo determinado en el parte médico correspondiente. De este modo, el trabajador recibe una indemnización económica por la totalidad de días que se encuentre en esta situación.

¿Cómo se calcula la indemnización?

El seguro de baja laboral con baremo establece una indemnización predefinida según el tipo de accidente o enfermedad que sufra el trabajador asegurado. La cantidad a percibir depende de los días prefijados en la escala establecida por la entidad aseguradora y el capital contratado. Por ejemplo, si se establece que la rotura de un brazo tiene un baremo de 30 días y se contrata un capital de 100 €, la aseguradora abonará 3.000 € en total, independientemente de los días reales de baja laboral que tenga el trabajador.

En cambio, en el seguro de baja laboral sin baremo, la indemnización se percibe por cada día efectivo que el trabajador asegurado se encuentre de baja, lo que hace que el precio de la póliza aumente. En este caso, el trabajador asegurado es quien elige la cuantía que desea percibir, la duración (según el criterio de un médico) y, en su caso, la franquicia en el momento de contratar el seguro.

¿Qué es la franquicia en el seguro de baja laboral?

En los seguros de baja laboral por incapacidad temporal, la franquicia representa los días iniciales de cada proceso de baja o inactividad laboral que no son indemnizables. En consecuencia, si el seguro no tiene franquicia, el trabajador asegurado comienza a percibir la indemnización diaria desde el primer día de baja o inactividad laboral. Por otro lado, si el seguro cuenta con franquicia, la indemnización diaria comienza a partir del día siguiente al periodo convenido de franquicia. Es importante tener en cuenta que la inclusión de una franquicia reduce el costo de la prima del seguro, pero implica un retraso en el comienzo del pago de la indemnización.

Aspectos a tener en cuenta

Al igual que otros seguros, los seguros de baja laboral por incapacidad temporal funcionan con diferentes condiciones que afectan al contrato del trabajador asegurado. Por esta razón, es importante prestar atención a dos aspectos clave al contratar un seguro de este tipo: las exclusiones y las carencias.

  • Exclusiones: Las exclusiones en un seguro de baja laboral se refieren a las enfermedades o accidentes que no están cubiertas por la póliza. Es importante conocerlas para saber qué situaciones no están cubiertas por la entidad aseguradora a pesar de haber contratado sus servicios. La normativa de seguros exige que las entidades aseguradoras informen a los asegurados sobre estas limitaciones en la póliza.
  • Carencias: Los periodos de carencia son el tiempo que debe transcurrir desde la firma del contrato hasta que el trabajador asegurado pueda disfrutar de algunas prestaciones, ya que no se encuentran cubiertas en el periodo inicial. Estos periodos son muy comunes en algunos tipos de coberturas, por lo que es importante que el trabajador asegurado solicite información detallada para conocer las prestaciones excluidas y durante cuánto tiempo. De esta forma, se podrá evitar sorpresas y asegurarse de que se están contratando las coberturas adecuadas.