Juan Pablo Núñez, director general de Uniteco, nos previene sobre la falta de formación jurídica de los médicos.

Las enseñanzas jurídicas no son una de las prioridades en la formación de cualquier médico. No obstante, una sentencia desfavorable de una denuncia puede constituir la pérdida total del patrimonio o consecuencias penales para un médico.

Uno de los propósitos marcados por Juan Pablo Nuñez, director general de UNITECO, es concienciar al sector médico de las derivaciones jurídicas de su profesión. En una entrevista realizada recientemente, destaca la trascendencia de que los facultativos tengan asesoramiento legal sobre su profesión.

 

¿Cuáles son los objetivos que plantea como director general de Uniteco?

Mantenernos como la correduría líder para el profesional sanitario, formar al médico –no solo protegerle– en los aspectos jurídicos de su profesión y continuar introduciendo las innovaciones tecnológicas que también nos han hecho pioneros en este campo.

¿Cuál de tus habilidades adquiridas en tu puesto anterior crees que te va a ayudar ahora?

Sin duda alguna el conocimiento del consumidor final. El hecho de haber dirigido el Área de Desarrollo de Negocio y Clientes me ha permitido estar, como se suele decir, “a pie de calle”, conociendo los riesgos y las necesidades que puede tener un facultativo en el ejercicio de su trabajo, y, sobre todo, qué es lo que necesita para desarrollar su labor con la mayor tranquilidad.

¿Cómo ves a la compañía en el presente?

Vamos a concluir con el éxito esperado el Plan Estratégico marcado y estamos donde queremos estar; siendo la referencia en materia de aseguramiento para el profesional sanitario, manteniendo el mejor seguro de Responsabilidad Civil Profesional de nuestro país y desarrollando nuevos productos que van a suponer un antes y un después en la protección integral del médico.

¿Cómo ves labor de Uniteco actualmente, considerando la trayectoria histórica de la empresa?
Creo que en estos últimos años hemos sabido reinventarnos y adaptar esa tradición y experiencia a los tiempos que corren; no en vano hemos sido los creadores de las primeras pólizas de Responsabilidad Civil Profesional y Vida con contratación 100 por ciento online de nuestro país. Hemos dado un paso más en nuestro servicio postventa y hemos desarrollado la figura del responsable de Atención Personalizada (RAP), una figura que agiliza sobremanera las gestiones del cliente relativas a sus seguros, haciéndolas mucho más rápidas y cercanas.

A lo largo de la carrera de un médico, ¿Qué importancia puede tener la responsabilidad civil profesional?

Toda, la tiene toda. Una condena millonaria, una inhabilitación profesional, entrar en prisión… Pueden acabar con el patrimonio y la carrera de un facultativo. Por ello, porque creemos que es un concepto que no se desarrolla lo suficiente en la formación del profesional sanitario, tratamos de mostrarle al facultativo a través de dos vías, prevención y protección, la relevancia de la responsabilidad civil en cada paso que da como profesional.

¿Son suficientes los conocimientos jurídicos en la formación de un médico?
Rotundamente no. Como decía, llevamos reivindicando desde hace muchos años que el médico adolece, desde su formación temprana, de conocimientos jurídicos que son vitales para entender su profesión, para saber cómo actuar en determinados momentos, esos momentos que pueden marcar la diferencia entre recibir una reclamación o no.

Según tu experiencia y para que un sanitario esté protegido ¿Cuáles son los elementos que no pueden faltar en una póliza de responsabilidad civil profesional?

Lo primero y fundamental es poder disponer de un capital superior al millón de euros –ya hemos visto que, asiduamente, una condena puede superar dicha cantidad– y contar con el mejor equipo jurídico, y nosotros lo tenemos. Colaboramos con el despacho más importante de nuestro país en cuanto a casos de responsabilidad civil sanitaria. La experiencia, la profesionalidad y la tranquilidad que DS Legal Group aporta a nuestros asegurados –probada, ya que valoran la gestión de sus siniestros en más de un 9 sobre 10–, no tiene precio.

Además, debe contar con una serie de coberturas fundamentales, que le aporten una protección integral en su trabajo. La póliza debe contar con retroactividad ilimitada, es decir, que cubra las reclamaciones desde la fecha de contratación, independientemente de cuándo se realizó el acto médico. Si está dentro de una póliza colectiva, no debe tener un agregado anual, esto es, una cantidad finita a partir de la cual no se cubren más siniestros, sino que el capital asegurado elegido esté disponible siempre para el asegurado. Debe contar con subsidios en caso de que el facultativo sufra una merma temporal de sus ingresos, como, por ejemplo, a causa de una inhabilitación profesional o una suspensión de empleo y sueldo. Y lo más importante, que las exclusiones de la póliza estén redactadas de manera clara y comprensible, donde no tenga cabida la interpretación.

¿Crees que es importante la figura del corredor de seguros?

Al igual que contamos con un asesor fiscal o uno jurídico en nuestra vida personal, es imprescindible para los médicos contar con un asesor en seguros independiente, ya que una póliza de Responsabilidad Civil Profesional es un contrato que suele tener unas 30 páginas plagadas de definiciones, exclusiones, excepciones, leyes, etc., y es este contrato el que protege su profesión, su fuente de ingresos, su pasión. Si firma una póliza sin tener a un profesional que le asesore y no cubre bien sus riesgos puede ocurrir que, por ejemplo, una reclamación millonaria con inhabilitación profesional y cárcel esté excluida, o le proporcionen un abogado novel o no experto, o no le dediquen los recursos necesarios a su defensa. En este caso, sin paños calientes, su vida, tal y como la conoce, habrá terminado, y se enfrentará a la ruina total, no solo económica, sino emocional y social. Se puede decir más alto, pero no más claro.
Nosotros como correduría, a la protección, algo que ofrece cualquier compañía aseguradora o mutualidad, le añadimos mucho más. 50 años de experiencia, productos exclusivos con condiciones especiales para el profesional sanitario y un servicio postventa único en el sector. Somos asesores, no vendedores, y eso se nota en el trato y en la elección final del producto por parte del cliente, ya que contrata, no solo lo mejor, sino lo más adaptado a su realidad profesional y personal. Somos el punto de encuentro entre el cliente y la compañía, aportando todo nuestro bagaje a la hora de mediar y negociar lo mejor para nuestros asegurados. No en vano, Uniteco es una de las 10 corredurías de seguros más importantes de nuestro país y una de las 50 mejores empresas del sector para hacer negocios, según el Informe Plimsoll.

¿Qué secuelas puede acarrear una demanda en la trayectoria de un profesional médico? ¿un expediente disciplinario?

Una demanda puede tener diferentes consecuencias para un médico, algunas de ellas muy serias, como acabo de comentar. Probablemente un expediente disciplinario no sería de las más graves. Estamos hablando de que un facultativo tiene, como se suele decir, la vida de una persona en sus manos. Las consecuencias que ello implica, no solo ya por el hecho de cometer un error, sino de no estar protegido correctamente, pueden llevar al profesional sanitario a perder su trabajo, su patrimonio e, incluso, su libertad.

¿Y para su familia?

Todas las consecuencias que comentaba tienen sus implicaciones familiares; la posibilidad de perder su patrimonio, que su marido o padre pueda entrar en la cárcel, una inhabilitación profesional –lo que supone dejar de contar con esos ingresos–, el consiguiente desequilibrio económico en la planificación familiar, etc. Insisto, esto se soluciona contratando lo mejor. Y lo mejor tiene un precio medio de unos 600 euros/año, una media de todas las especialidades. En este tipo de pólizas se debe desconfiar de las ofertas o de pólizas con primas de derribo, porque lo que están haciendo es menguar, sobre todo, la calidad, la experiencia y los conocimientos de los equipos que le van a atender, haciendo que el facultativo pueda jugarse todo lo que tiene por ahorrarse, en teoría, 100 euros al año.

¿Crees que hay un aumento en el número de demandas? ¿cuál crees que es la causa?

No podemos negar que estamos viviendo en este sector un aumento muy importante de las reclamaciones contra los profesionales sanitarios, probablemente con un crecimiento más pronunciado en el último lustro. Es algo que está ahí, solo hay que entrar en los medios para comprobarlo. Además, a esta situación hay que añadirle el aumento de las cuantías como consecuencia del nuevo Baremo de daños de tráfico, con lo cual, nos encontramos con más demandas de mayores importes.

Las inquietudes del paciente y la manera en que este se enfrenta a una actuación médica han cambiado totalmente. El paciente tiene al alcance cada vez más herramientas para “juzgar”, en muchos casos de manera equivocada, bajo mi punto de vista, un procedimiento sanitario. El problema es que muchas veces lo hace bajo una variable binaria –éxito o no éxito de la actuación–, cuando intervienen muchas más que el paciente no es capaz de valorar, como es lógico, debido a que no tiene los conocimientos necesarios. Es ahí donde debe intervenir el perito médico, una figura en auge últimamente debido a la proliferación de las demandas contra los facultativos.

¿Cómo puede el facultativo trabajar para prevenir las consecuencias de un expediente disciplinario?

Prevención es formación en este caso, ya que, como he comentado anteriormente, hay un desequilibrio entre los conocimientos médicos de un profesional sanitario y sus conocimientos jurídicos. Cada aplicación médica tiene unas normas legales y unas consecuencias, y es ahí donde el médico debe estar en línea, tanto científicamente como jurídicamente, algo que tratamos de paliar desde Uniteco. A través de nuestra Fundación desarrollamos un completo programa de formación para el médico, que incluye el Máster en Peritaje Médico y Valoración del Daño Corporal, en colaboración con la Universidad de Alcalá, además de numerosos cursos, jornadas o congresos, en centros médicos a lo largo y ancho de nuestro país.