En el momento de comenzar con un nuevo negocio se suelen cometer errores muy habituales que, si las cosas no evolucionan como se desean, pueden acabar con el embargo de los bienes personales del emprendedor.

Para evitar esto, hay que tomar una serie de precauciones que harán que tu patrimonio este a salvo.

Limita tu responsabilidad como emprendedor

A la hora de emprender y crear negocio es necesario saber que, si lo hacemos como trabajadores autónomos, aunque puede que sea la opción más económica, corremos una serie de riesgos y la responsabilidad para con la actividad es ilimitada.

Para evitar estos riesgos podemos acogernos a la figura del autónomo de responsabilidad limitada. Así, en caso de deuda, evitaremos el embargo de la vivienda, siempre que su valor de tasación no supere los 300.000 euros o los 450.000 euros en ciudades con más de un millón de habitantes.

Otra opción es la de emprender creando una Sociedad Limitada o cualquier otra figura societaria donde la responsabilidad esté limitada a la sociedad, lo que quiere decir que, en caso de deuda, ésta se saldará con el patrimonio de la empresa sin llegar al personal.

Tener claro la separación de las cuentas de la empresa y las personales

Uno de los errores más comunes entre los autónomos o dueños de pequeñas empresas es mezclar las cuentas personales y las profesionales, haciendo un uso personal de las cuentas de la empresa o utilizando las cuentas personales para gastos profesionales. Estas actuaciones pueden dar problemas a la hora de contabilizar y llevarnos a cometer fallos fiscales.

Si además tenemos algún plan de ahorro o inversión tanto personal como profesional, la separación de cuentas tiene que ser más exigente ya que los requisitos y los beneficios son distintos en cada caso, así como los impuestos por los que hay que tributar.

En el caso de ser administrador, lo mejor es separación de bienes

La mejor manera para poder proteger parte del patrimonio familiar es estar en régimen de separación de bienes, ya que, en el caso de una quiebra, los acreedores podrían pedir responsabilidades al administrador si consideran que su actuación no ha sido diligente.

Seguro de responsabilidad civil

Puede ser que tener un seguro de responsabilidad civil ya sea obligatorio dependiendo de tu actividad profesional, pero si no es el caso, es muy recomendable contratarlo para evitar disgustos ante posibles daños a terceros, ya que de no tenerlo las indemnizaciones y daños ocasionados correrían por tu cuenta.