Al momento de contratar un seguro de hogar, es lógico que las coberturas contratadas incluyan a las personas que residen de forma habitual en el domicilio del asegurado, incluyendo las mascotas, en caso de tenerlas. Esto aplica tanto para la cobertura de responsabilidad civil como para otras coberturas adicionales que se hayan contratado.

Responsabilidad civil

Es importante destacar que, en el caso de la cobertura de responsabilidad civil, existe una específica conocida como responsabilidad civil familiar, que permite cubrir los daños ocasionados a terceros por cualquier persona, incluyendo mascotas, que resida en el domicilio del asegurado. Esto significa que, si no se ha contratado esta cobertura específica, los daños causados por un miembro de la familia que no sea el asegurado no estarán cubiertos. Por ejemplo, si una mascota se escapa y causa un siniestro, un seguro de responsabilidad civil estándar no se hará cargo de los daños, mientras que uno con cobertura familiar sí lo hará. Es fundamental revisar las condiciones de cada seguro de hogar y verificar hasta qué punto las personas que conviven con el asegurado disfrutan de las mismas coberturas y el grado de parentesco o afinidad requerido.

Grado de afinidad

También es importante tener en cuenta hasta qué grado de parentesco o afinidad brinda cobertura el seguro de hogar en caso de que el asegurado cause daños a un tercero. Por ejemplo, si ocurren daños en la vivienda de un vecino y hay daños personales, es relevante saber si el seguro cubre a cualquier persona afectada o solo a ciertos miembros de la familia. Aunque los términos más relevantes al contratar un seguro de hogar suelen estar relacionados con la responsabilidad civil, la estructura y el contenido, a veces olvidamos revisar cuáles son las garantías personales para las personas que viven con el asegurado, dado que su importancia puede parecer obvia y lógica.