Anteriormente a la pandemia del coronavirus, el teletrabajo en España no tenía apenas incidencia, y de repente, llegó el virus, y todo el mundo empezó a teletrabajar obligatoriamente. Entonces fue cuando se vieron las deficiencias que presenta el modelo. Muchos trabajadores no disponen de los medios suficientes en sus casas para poder desarrollar plenamente su trabajo, por ejemplo en una familia en la que el niño necesite el ordenador para poder seguir sus clases, y padre y madre teletrabajen, como no haya más que un ordenador en casa lo tienen complicado. Estas deficiencias comenzaron en marzo, durante la primera ola del virus, pero lo cierto es que ha llegado la segunda ola del virus, y aun no existe ninguna ley que lo regularice.

Vamos a abordar algunos de los problemas que se presentan a la hora de teletrabajar. Uno de ellos es que los trabajadores carecen de las herramientas suficientes para poder trabajar desde casa. Por ejemplo, como hemos comentado anteriormente, no todo el mundo dispone de un ordenador en casa, en esta época tecnológica, en muchos hogares los ordenadores quedaron obsoletos y de lo que se dispone en las casas es de tablets, smartphones, pero claro, a la hora de pasar ocho horas delante de una pantalla, lo que se necesita es un ordenador. Otra cuestión es la conexión de banda ancha, en muchos lugares la velocidad de conexión no es la misma que en sus lugares de trabajo lo que dificulta que el trabajo se realice de forma dinámica.

También hay que destacar, que en casa no dispones del mismo mobiliario que en la oficina, por ejemplo una silla ergonómica se encuentra en pocas casas, y es algo necesario a la hora de pasar 40 horas semanales trabajando en ella.

Por el otro lado, para el empresario también existen dificultades, la empresa tiene que comprobar la dedicación de sus empleados durante el tiempo que están trabajando en casa, pero es complicado, ya que al estar a distancia es muy difícil ejercer este control. Y no menos importante, una conexión con seguridad, ya que el teletrabajo ha llegado para quedarse.

Lo que queda claro es que muchas empresas necesitan mejorar sus herramientas a la hora de trabajar a distancia.

La conclusión a la que llegamos es que se necesita establecer una regulación marco, y hasta que no se disponga de ella las empresas y los empleados deberán llegar a acuerdos individuales para poder desempeñar su trabajo de la mejor forma posible. Algunos ejemplos, para que quede claro a lo que nos referimos son, ¿quién contrata la fibra en el domicilio si en ese domicilio no se dispone de internet, y es necesario para trabajar? ¿Facilito mi teléfono personal para que me llamen o me pone uno la empresa? ¿El ordenador? Si no nos desplazamos, ¿qué ocurre con el plus de trasporte? Hay multitud de variantes en las que no queda claro a quién le corresponde el gasto.