El uso de transferencias por internet se ha arraigado en nuestro día a día, siendo uno de los métodos de pago más habituales en nuestras actividades profesionales y personales y, aunque las medidas de seguridad para pagos a través de Internet han ido aumentando y reforzándose con el tiempo y las transferencias bancarias son un método de pago bastante seguro, lo cierto es que todavía se producen fraudes que aprovechan la popularidad de esta forma de pago para hacerse con nuestro dinero de forma fraudulenta.

Para una empresa el uso de este método de pago es habitual diariamente para cerrar operaciones, reservar de material, pago de nóminas o cualquier otro tipo de operación que implique el desembolso de una cantidad de dinero, por eso es importante seguir una serie de consejos para que la seguridad de nuestras cuentas bancarias no quede al descubierto:

  • Tener configurada en todas nuestras cuentas del entorno de red una política de autenticación multifactor.
  • Bloquear los accesos al entorno de red mediante protocolos heredados de correo electrónico.
  • En caso de sospecha de alguna intrusión malintencionada en el sistema de la empresa cambiar las contraseñas de todos los usuarios de correo electrónico.
  • No permitir el uso de una única contraseña por usuario para el uso de los distintos accesos al entorno de red.
  • Tener siempre actualizados los sistemas operativos, antivirus y cortafuegos del sistema.
  • Limitar los privilegios de instalación de aplicaciones dentro del sistema de la empresa, para evitar el uso de aplicaciones desconocidas.
  • Realizar copias de seguridad constantes para evitar la pérdida de información.
  • Instalar VPN de acceso al sistema de la empresa a los usuarios que se tengan que conectar desde fuera, ya sea por teletrabajo o por cualquier otro motivo.
  • El uso en internet de páginas seguras (https) es esencial para evitar posibles ataques y fraudes.