Cuando se trata de garantizar el cumplimiento de obligaciones en transacciones comerciales, hay dos opciones que destacan: el aval bancario y el seguro de caución. Si bien ambos buscan brindar seguridad y respaldo, existen características distintivas que es fundamental comprender para tomar la mejor decisión.

En este artículo, exploraremos en detalle las principales diferencias entre el aval bancario y el seguro de caución. Analizaremos aspectos como su definición, naturaleza, participantes involucrados, costos, renovación… Con esta información, podrás comprender mejor qué opción se ajusta más a tus necesidades y circunstancias específicas.

¿Qué es un aval bancario?

Un aval bancario es un acuerdo contractual que establece el compromiso de cumplir con una obligación ante un tercero. Se solicita en diversos trámites como garantía adicional para respaldar el cumplimiento de pagos.

En el aval bancario participan dos actores principales: el avalista, que puede ser una persona o empresa, asumiendo el compromiso de cumplir la obligación en caso de incumplimiento por parte del avalado, quien es la persona o entidad que solicita el préstamo u obligación.

¿Qué es un seguro de caución?

El seguro de caución, también conocido como caución, es un contrato en el cual una compañía de seguros se compromete a garantizar el cumplimiento fiel de un contrato o, en caso contrario, a asumir la responsabilidad económica frente a un tercero.

En otras palabras, el seguro de caución funciona como un aval proporcionado por una aseguradora y posee la misma validez que un aval bancario ante tus acreedores. Ambos tienen la misma finalidad. Sin embargo, son los trámites económicos y de contratación los que pueden influir en tu decisión de elegir el seguro de caución en lugar del aval bancario.

Diferencias entre aval bancario y seguro de caución

Te mostramos las principales diferencias que hay entre un aval bancario y un seguro de caución para poder obtener una visión general más sólida de ambos productos y tomar decisiones informadas en el futuro

Avalista

  • Seguro de Caución
    • La Aseguradora.
  • Aval Bancario
    • El banco.

Coste

  • Seguro de Caución
    • Suele ser más económico. Su pago es anual, como el de cualquier prima de seguro.
  • Aval Bancario
    • Su coste varía en función del importe a avalar, pero contempla tanto costes de apertura como comisiones por riesgo.

Comisiones

  • Seguro de Caución
    • No tiene.
  • Aval Bancario
    • Hay que hacer frente a una serie de comisiones (de apertura y de estudio, así como de riesgo, estas últimas son las que se pagan cada año).

Inmovilización de activos financieros

  • Seguro de Caución
    • No hay cantidades retenidas ni bienes inmovilizados.
  • Aval Bancario
    • Es necesario depositar una cantidad para la constitución del aval o pignoración de algún otro bien, como un inmueble.

Notaría

  • Seguro de Caución
    • No conlleva gastos de notaría.
  • Aval Bancario
    • Hay que asumir gastos de notaría para su firma.

Inscripción en CIRBE

  • Seguro de Caución
    • No computa en CIRBE
  • Aval Bancario
    • Como producto financiero, se refleja en CIRBE, por lo que pueden consultarlo futuros avalistas o bancos.

Renovación

  • Seguro de Caución
    • Se puede cancelar en cualquier momento. El tomador puede recuperar el importe si pago por una cobertura de tiempo mayor.
    • Si sigues necesitando una garantía, puedes sustituir la garantía por otro seguro de caución o buscar otra fórmula.
  • Aval Bancario
    • La única forma de deshacerte de un aval bancario es liberarlo.

Situaciones en las que pueden emplearse

Ambos casos son válidos en todo tipo de avales para la Administración, entre privados y como garante frente a una obligación (de pago o contractual).

Situación actual a la hora de buscar un aval

En la última década, el acceso a financiamiento se ha vuelto más difícil, lo que ha llevado a un aumento en la complejidad de obtener un aval bancario. Esto ha dado como resultado condiciones desfavorables para las empresas, si finalmente se les concede el aval. En resumen, la situación no es buena para aquellos que buscan mejorar la capacidad financiera de sus empresas. Sin embargo, este contexto ha impulsado cambios y nuevas formas de presentar garantías para las empresas.

Además, se ha desencadenado una intensa competencia entre el aval bancario y el seguro de caución, que son las opciones más solicitadas para garantizar transacciones con la Administración Pública o terceros. En esta batalla, el seguro de caución se ha posicionado como el ganador al ofrecer mejores condiciones para las empresas.

Garantías mediante seguro de caución

Si te encuentras en la situación de necesitar presentar una garantía frente a una Administración Pública o a un tercero, pero prefieres evitar recurrir al banco, el seguro de caución se convierte en la solución ideal.

Conclusión

La elección es evidente para nosotros. El seguro de caución supera al aval bancario en términos de flexibilidad, ya que se ajusta de manera más óptima a las necesidades actuales y brinda mayores oportunidades tanto a las empresas como a los particulares.